La espada y el fuego

La tierra de las montañas, una de las más grandes del sureste de Europa, cobija esta novela histórica medieval que se desarrolla en medio de las turbulentas relaciones político-económicas que se dieron en pleno siglo XIV, en un breve periodo. Las tensas relaciones entre las potencias de la región no disminuyeron con el ataque de la Peste Negra, que arrasó con millones de seres humanos. A los muertos por las guerras se sumaron los vencidos por la pandemia. Se acercaba la caída de Constantinopla. El final de la Baja Edad Media.
Serbios, otomanos, húngaros, bosnios, valacos, venecianos, napolitanos, polacos, bizantinos estaban en una disputa constante que se extendía dese el Mar Negro hasta el Adriático y desde el Jónico hasta el Egeo, y llegaba a los rincones de las rutinas familiares y la interacción entre los individuos, que encontraron refugios temporales en los lugares sagrados, como el monasterio de Rila, en las montañas de Bulgaria, donde comienza esta historia de ficción histórica y a donde uno de nuestros personajes llega malherido.